A veces entro en los bares
esperando encontrarte
y me dicen que ya te has ido.
Estuviste unas horas,
acodado en la barra, bebiendo,
pero te fuiste del brazo de una chica,
rubia.
A veces, por la mañana,
en la estación, entro en los servicios
por si pasaste la noche allí o te refugiaste del frío,
y sigo mi camino tras lavarme la cara
y comprobar que hace rato
que caminas por las calles.
Reviso las cafeterías, las mesas,
me pido una cerveza y espero,
pero es en vano.
Llegué tarde, como muchos,
como tantos que no te conocíamos
pero que brindamos por ti en más de una ocasión.
Espéranos, si nos oyes,
si te dicen que andamos buscándote,
que seguimos tus pasos,
la siguiente ronda la pagamos nosotros,
es lo mínimo que podemos hacer,
te la debemos.
Javier Das
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Muchas gracias, marcianos..
Abducido estoy..:)
Publicar un comentario