Hay muchas y severas formas de afrontar el hecho de que existe un elemento llamado Black Pulp Box. Una caja llena de literatura pulp o de derribo lo que quieras, llena de negros en España. Negros de película americana pero en España, así, como lo lees. Un crossover raro de universos bizarros. Esta mierda-buena fue un proyecto alto secreto, muy alto secreto. Nosotros nos enteramos justo el día en el que se terminaba el plazo de entrega, pero aún así, los 5.000 Negros fuimos cordialmente invitados a participar. Hoy hablo como colectivo, ¿eh? Hoy represento a mucha más gente que yo.
Es muy inquietante cuando una editorial te habla por Facebook, es un concepto casi abstracto, Aristas Martínez –nombre turbador– está iniciando un chat contigo y te habla de usted. Está tanteando el terreno, a ver con qué clase de gilipollas se mide. Hacen bien.
Las premisas eran básicas pero veladas. Recuerdo habernos reunido en claustro para tratar de desenmarañar qué cosas no estaban pidiendo. Nos explicaron que era una caja, de las de toda la vida, que contendría dos bolsilibros, un ensayo, un libro de relatos, un cómic y un fanzine. Hasta 85 autores casi de culto –esto es lo que dice la caja y es lo que yo pongo ahora en mi currículum: soy casi de culto– que han arrimado el hombro para que uno de los proyectos más importantes llevados a cabo por una editorial pequeña e independiente de verdad llegase finalmente a buen puerto y con un resultado inmejorable.
Más tarde descubrimos que los bolsilibros serán escritos por el magnífico Francisco Javier Pérez –Carnaval según San Judas, ilustrado por Fidel Martínez– y por el propio editor de Aristas Martínez,Cisco Bellabestia –Súper Negro–, que ambienta su novela corta en tierras extremeñas. Rizar el rizo, lo llamo yo.
Bueno, seguimos con el repaso. Luis Gámez es quizás la mente pensante y ejecutante más radiante de la Black Pulp Box, se convencieron los Aristas Martínez y él, mutuamente, los unos a otros, en triángulo para llevar a cabo el proyecto. Luis Gámez, es pues, el antólogo de la antología de relatos que se incluye en la caja. The box.
El libro se titula Amazing Bold Stories, increíbles historias en negrita, ahí. Doble sentido, gol de tacón. Es muy interesante el título y la nómina de autores. Nombres sorprendentes junto a nombres deseados en este género. No voy a decir quiénes son cada cual, pero voy a remarcar unos cuantos, curiosidades a mi humilde modo de ver. No sé, por ejemplo: Laura Fernández, Francisco Javier Pérez (otra vez), Javier Esteban, Juan Francisco Ferré, Víctor García Tur, Colectivo Juan de Madre (me parece un nombre glorioso, la verdad), Jordi Costa, Grace Morales, Javier Fernández, Antonio J. Rodríguez, Ana Belén Ramos, Carmen Velasco, Mara Faye Lethem, Vicente Luis Mora, Roberto Valencia, Óscar Gual, Pablo López Carballo, Julio Fuertes Tarín y Robert Juan-Cantavella. Ahí va, si los he nombrado a todos. Qué locura.
Ya hemos nombrado tres libros pero quedan más señores, ¿qué se piensan?
Un ensayo escrito por Daniel Ausente, sí, el mítico señor Ausente cuyo blog es la fuente de la que bebo cada mañana para demostrarme que merece la pena seguir existiendo. El mismo Daniel Ausente que hasta hace poco, creo, gozaba de la hazaña de haber publicado el artículo más largo en la revistaMondo Brutto. Ha escrito un fantabuloso ensayo sobre los súper héroes negros en nuestra cultura, la norteamericana. Y la verdad es que es de los textos más sorprendentes e interesantes de toda la Black Pulp Box. Su título: Black Super Power (El héroe negro en la cultura popular: cómic, cine y literatura). Está llamado a ser un clásico desde ahora mismo que lo digo yo.
¿Qué más? Cositas, cositas. Ahora voy a hablar de Betunia. Betunia es el comic con lo más granado de la ilustración y el guión nacional emergente. Nombres como Sagar Fornies, Fidel Martínez, Darío Adanti o Ed. Una joyita, un caramelo en bi-tono. Porque hay que recordar que la Black Pulp Box no admite más colores que el negro y sus oscuridades degradadas.
Y finalmente, llegamos al fanzine, que es un compendio de fanzines, de fanzineros y fanzinerosos, Aftersun. Sin duda, el mejor nombre posible dentro de la caja. Solo por ponerle Aftersun. Aquí tengo que vender un poco la moto, aquí sale 5.000 Negros, el fanzine en el que tengo el honor de participar junto aVioleta Hernando. Nosotros somos una publicación por aquel entonces apenas contábamos con siete meses de vida cuando recibimos el encargo de aportar nuestras magias conjuntas para el apartado fanzineril del proyecto. Pero el honor, además de la llamada de Cisco, fue compartir espacio con fanzines como Vinalia Trippers, un autentico monstruo. En este ejemplar, de hecho, la calidad explota. El primero en aparecer por ahí es el colgado de Vanity Dust, el mejor amigo de Joe Kelso, por cierto. También participa… ¡Tachán! Francisco Javier Pérez. Hace un hat-trick en la Black Pulp Box, un triplete literario. Pero hay más, mucho más, quizás es el mejor libro de toda la caja (autopromoción a saco, es el mejor porque salgo yo, no hay más vueltas, no hay más misterio, cero autocrítica). Salen más grandes nombres: José Ángel Barrueco, Vicente Muñoz Álvarez, Miguel Ángel Martín, Riot Über Alles o Felipe Zapico, entre otros.
Ahora os invito a robar la caja si tenéis huevos. No, no lo hagáis. Merece la pena. Compradla. Es lo mejor que una editorial pequeña –y por lo tanto, independiente– ha hecho nunca en nuestro país. Hay que invertir en estas cosas, hay que crear una gran burbuja editorial para que luego pete. Y suba otra vez la prima de riesgo y no sé qué más cosas.
Óscar Sáenz, en Sigueleyendo.
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