Ángel González González: es lo que pongo al final de mis escritos cuando considero que ya no se puede hacer más con ellos y que más o menos están acabados. También es lo que pone en las cartas que me envía el banco cuando quieren que les pague algo y no entienden que no es que uno no quiera pagar, sino que, el que suscribe, considera que ya ha pagado bastante. Pero me equivoco: uno nunca pagará bastante esta inquietud que ya me ha costado tener que cambiar el teclado del ordenador en más de una ocasión. Etcétera, etcétera.
jueves, 10 de junio de 2010
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