viernes, 6 de marzo de 2020

MI VIDA EN LA PENUMBRA: Nota preliminar.



Los veinte relatos que integran Mi vida en la penumbra fueron publicados, en primitivas y diversas versiones, en el fanzine Vinalia Trippers a finales del siglo pasado, y en los volúmenes Perro de la lluvia y otros cuentos (Iralka Editorial, 1997) y Los que vienen detrás y otros relatos (DVD ediciones, 2002. Ilustraciones de Miguel Martín). 

La presente antología incluye una selección de mis relatos más representativos de aquel período, reescritos especialmente para esta nueva edición de LcLibros (la primera fue de Eclipsados en 2008), y propone una lectura conjunta de los mismos sustancialmente distinta. 

Sangre, sexo, ultraviolencia, amor y desamor y crueldad y ternura (presentes siempre de algún modo en mi obra), entre otras cosas, es lo que aquí y ahora, queridos drugos, os vais a encontrar. Y el sello inconfundible de Vinalia Trippers. 

Bienvenidos, pues, a esta penumbra: 


Vicente Muñoz Álvarez



lunes, 2 de marzo de 2020

MI VIDA EN LA PENUMBRA: Prólogo.



VICENTE MUÑOZ, VOZ DE LA PENUMBRA 

Ajeno a todas las modas, Vicente Muñoz ha construido un imaginario propio, que bebe de las mejores fuentes literarias pero se presenta como una voz original, un escritor que escribe lo que quiere cuando quiere. Mi vida en la penumbra es una apuesta decidida por el realismo, por la verdad o el hecho de que lo parezca, y en estos tiempos de tanto simulacro y tanto trampantojo, se agradece especialmente la narración firme de quien sabe lo que hace. 

Me gusta la convivencia constante de vida y literatura en su obra, me gustan las marcas que el día a día deja en su piel y en sus páginas, y me gusta que no descanse, que siempre esté ahí, observando y afilando su pluma, desafiando al tiempo, desafiándonos a todos nosotros. 

Un nuevo libro de Vicente Muñoz Álvarez, sea o no una reedición -corregida y muy modificada como esta- es siempre un acontecimiento celebrado por sus lectores y una nueva oportunidad para que nuevos públicos lleguen a él. Nadie mejor que él para hacernos pasar de la risa al miedo en un segundo, como la propia vida en la penumbra, claro. 


Ignacio Escuín Borao