domingo, 5 de octubre de 2014

LIBROS CON COPYRIGHT LEONÉS


Los editores coinciden en la solución a su situación: reinventarse. Las editoriales leonesas atraviesan una difícil situación debido a la suma de distintos factores: la crisis económica, la piratería y el abuso de gastos de las distribuidoras

Ángela Casado, Filandón, Diario de León 05/10/2014

Las editoriales leonesas no atraviesan su mejor momento debido a varios factores desfavorables que se han unido en su contra en los últimos años. En primer lugar, la crisis que afectó a todos los sectores atacó con fuerza al de la cultura y, en consecuencia, al mundo editorial. De ella derivó otro gran enemigo: la piratería. A estos dos problemas, por si fuera poco, se les sumó un tercer factor: los gastos de distribución.

«El mercado en general, el encarecimiento de las materias primas, el IVA en estas materias... son muchos los elementos que engordan el precio de los libros», explica Rafael Saravia, de la editorial Leteo. «El principal problema por el que las editoriales pequeñas y medianas desaparecen es por el sistema actual de distribución, ya que reciben la mayor parte de los beneficios, en torno al 50%. Del otro 50%, un 30% está destinado a las librerías, y el otro 20% se reparte entre el escritor y el editor. Con estas cifras tan perjudiciales, la solución está en huir del sistema de distribución tradicional, las editoriales que lo hacen son las que subsisten», explica Vicente Muñoz, de la editorial independiente Vinalia.

La piratería afecta a todos los ámbitos culturales; tanto a la música, como al cine y a la literatura. Esto se debe al pensamiento generalizado de que la cultura debe ser libre y accesible para todo el mundo. «Bajo el pretexto de ‘la cultura debe ser libre’, muchas veces se olvida al autor, que en la mayoría de las ocasiones dedica varios años de su vida a escribir una obra que, finalmente, en vez de comprarla será pirateada por los lectores. La gente considera lícito y normal descargar libros de internet, algo que atenta contra la propiedad intelectual —comenta Héctor Escobar, de Eolas—. Las cifras de la piratería son alarmantes. En España, se descarga de manera ilegal nueve veces más que en otros países como Francia e Inglaterra. Esta actividad conlleva a que haya menos ediciones, menos tiradas y, por lo tanto, una subida de precio. En EE UU, por ejemplo, las leyes contra la piratería son mucho más eficaces, ya que la descarga ilegal es allí un delito grave».

«La piratería de ebooks, al igual que en la música, tiene su problema principal en el precio. No conllevan los mismos gastos un libro impreso que uno electrónico, y no puede costar uno 20 euros y el otro 15», explica Saravia, que considera que la solución para acabar con la piratería está en el precio. «Cuando los ebook sean más baratos, acordes a sus gastos, la piratería disminuirá».

El amor por la lectura es una afición que se está perdiendo. Las nuevas generaciones, en muchos casos, no han recibido una educación en la que se valoren los libros. El amor por la tecnología en la juventud crece en detrimento de la lectura, algo que para muchos jóvenes resulta anticuado. «Leer aporta más experiencias y más vidas a parte de las propias. Enriquece. Sin leer, todos somos más torpes, solo contamos con nuestras propias vivencias —dice Joaquín Alegre, de Rimpego, sobre la importancia de la lectura en la formación personal—. El libro es un guardián de nuestra cultura. La crisis busca lo que se demanda, y la tecnología es muy dañina en este aspecto, debido a las lecturas rápidas, los ‘tweets’... Con un libro puedes ir tranquilamente a un parque a leer, sin cargadores. Hacerse viejo es darse cuenta de que este mundo ya no es el tuyo, y yo no concibo un mundo sin libros.»

A pesar de la difícil situación que atraviesan, todos los editores tienen claro que el papel no va a desaparecer, sino que debe encontrar el modo de reinventarse, a la vez que puede convivir con los ebooks, una alternativa que no es perjudicial fuera de la piratería. «El papel se restringirá a ediciones especiales, más exquisitas, que adquirirá el público por una razón especial, no por cualquier libro. Para otro tipo de novela es mejor adquirir un ereader y ebooks. No considero que las innovaciones tecnológicas vayan a acabar con el papel, sí con su hegemonía. Estoy completamente seguro de que el libro impreso y el electrónico pueden convivir. Soy un acérrimo del papel, pero tengo un ebook», explica Saravia. «Que la industria del papel se mantenga dependerá de aquellas personas que consideran que no pueden vivir sin libros, y el sector deberá encontrar el modo de adaptarse a ellos», expone Alegre. La red, enemiga de las editoriales por la piratería, puede ser también una gran aliada. «Internet tiene un papel muy importante actualmente, ya que mediante páginas web y blogs, los editores y escritores pueden llegar directamente a los lectores. Antes, los medios de promoción utilizados eran los suplementos y las revistas especializadas, pero la red ha facilitado y agilizado mucho este aspecto. Es un nuevo modo de distribución completamente gratuito» —comenta Muñoz— En mi opinión, las pequeñas editoriales son las que mantienen viva la literatura en España ya que, a diferencia de las grandes, no publican únicamente a los bestsellers».


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