lunes, 31 de enero de 2011

martes, 25 de enero de 2011

YO VENGO DE...


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Pí pí Kuá kuá
Pí pí Kuá kuá
Pí pí Kuá kuá
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Pápa pápa kuá lá
Pápa pápa kuá lá
Papá pápa kuá lá
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Bú lu lu lu lu.........................................
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Vengo de Plutón.
Soy hijo de Plutón.
Y me llamo Plutonio.
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Jon Andoni Goikoetxea, Baracaldo, Euskadi.

lunes, 24 de enero de 2011

Sigue el Plan 9 del espacio exterior



¿Somos nosotros ellos?
¿Nos gobiernan los Reptilianos?
¿Estamos en la fase final de la abducción?

Todos los secretos serán desvelados

...

domingo, 23 de enero de 2011

Pamplona, estamos allá-


Pamplona Nuevo PUnto de VEnta---

Lugar: ME QUIERO VIVIR
calle: Plaza del Castillo 38, CP 31001

Además de los VInalias enviamos el siguiente material...

Verraco Salvaje de Hvaldez, 40 Albóndigas supercongeladas de Rodrigo Moreno, Textos Finales de Leopoldo Siri, Antología poética para una política de las Luciérnagas de Antonio Orihuela, Polyfonías de Mark Solborg y Peter Wessel, Tributo a Fonollosa, 2000 mgs, Caldo de pollo para el Gato...

miércoles, 12 de enero de 2011

EL FIN DEL MUNDO DE RESACA


Era un domingo por la noche. Me había acostado hacía sólo unas horas, después de un día horrible.

El sábado me emborraché a base de bien, ¿qué otra cosa podía hacer? ¿Salvar a las ballenas? En fin, pensé que a lo mejor ese día conocía a la mujer de mis sueños, no fue así y me vi en un antro de música disco a las ocho de la mañana, rodeado de pijos y maleantes, borracho, mirando a mi alrededor y desplazándome entre sus cuerpos como un animal confuso.
Me encontré a dos amigos en idéntica situación, uno de ellos también era un borracho así que no era raro encontrarlo en esos ambientes a esas horas, el otro no acostumbraba a estar por ahí, pero le había dejado la novia, tras cinco años, y ahora salía siempre y bebía hasta el amanecer, es lo que tiene el amor cuando se va. Nos saludamos efusivamente y nos pedimos unas copas, invitaba el soltero reciente. No teníamos gran cosa que decirnos y aunque la tuviéramos la música estaba demasiado alta así que nos quedamos ahí, apoyados contra la pared, mirando los culos y tetas que pasaban ante nosotros. Había unas cuantas chicas que no estaban nada mal, pero en el garito el índice de penes era bastante alto y la cogorza imposibilitaba cualquier intento de realizar una danza de cortejo medianamente decente, nuestro plumaje era lacio, nuestra conversación balbuceante.
Terminé la copa y decidí que alargar la situación por más tiempo era un absurdo, la noche había acabado, yo había perdido. Además tenía comida familiar unas horas más tarde y no quería ir de empalmada.
Dije que iba a mear y desaparecí de allí sin despedirme, dar esquinazo era mi especialidad, era un maestro en dicho arte.
Conseguí llegar a mi cochambrosa habitación de alquiler y me tumbé en la cama, me dormí enseguida.
Cuatro horas después sonó el despertador, me sorprendió gratamente no encontrarme demasiado mal. Me vestí y me eché agua en la cara justo cuando recibía una llamada de mi madre para informarme de que estaban abajo esperándome en el coche. Bajé y me monté en el asiento de atrás, delante iban mi madre y mi hermana.
- ¿Qué tal?
- Bien.
- ¿Has dormido?
- Un poco.
- Pufff.....Como hueles a alcohol.
- Me tomé un par de cervezas anoche.
Salimos despedidos de allí rumbo al pueblo de mi otra hermana, donde nos esperaría una sabrosa barbacoa familiar, y así fue, tras un viaje de aproximadamente una hora con el sol cegador bañando mi resaca.
Una vez allí mi cuñado se encargó de la barbacoa, le gustaba hacerlo. Prometeo le había dado el poder del fuego a él. Por mí estupendo. Mis sobrinos pequeños corrían y gritaban. Yo empecé a darle al vino y al chorizo frito, lo cual me embotó definitivamente mi maltrecho cerebro. A medida que avanzaba la tarde noté el efecto de los excesos, no estaba muy hablador, me disculpé ante la familia aduciendo una "mala noche".
Terminamos de comer y me tumbé en una hamaca del jardín, conseguí pestañear un poco, la familia seguía de tertulia y siguieron y siguieron hasta el anochecer.
Nos despedimos unos de otros y volví a montarme en el coche con mi madre. Estaba destrozado y no me apetecía otro viaje de una hora hasta el cuartucho así que le dije si me podía quedar en su casa, por supuesto accedió, incluso se ofreció a prepararme una sopa caliente, benditas madres.
Tras ello por fin vi la posibilidad de descansar un poco, había sido un fin de semana ajetreado, con poco sueño y mucha locura, ahora podría dormir unas buenas horas tranquilamente antes de enfrentarme de nuevo a una semana de trabajo infernal en la fábrica de embutidos, con su interminable desfile de barras de choped, una tras otra, normales y con aceitunas, hasta el fin de los tiempos. ¡Qué vida esta! ¡Qué sin sentido! ¿Cuándo acabaría todo?.
Nunca pensé que la respuesta iba a estar tan próxima.
Me había acostado hacía sólo unas pocas horas, la cama del chalecito de mi madre era mucho más cómoda que la de mi cuartucho de alquiler así que me había dejado envolver por su comodidad a la espera de un sueño largo y reparador, pero me despertó ese extraño sonido, era como la sirena de una ambulancia pero mucho mas grave y potente, era tan grave que hacía vibrar las paredes, además sonaba por el aire, como si se moviera en el cielo. Me desperté confuso y con dolor de cabeza, no sabía bien dónde estaba, miré a mi alrededor y caí en que era la casa de mi madre, me froté el ojo derecho.
Volví a oír ese sonido, la pared vibraba, empecé a oír ladridos de perros por las calles. ¿Qué sería aquello? ¿Quién sería el cabrón de montar tanto escándalo a esas horas? Era como cuando pasa alguien con la música del coche exageradamente alta en mitad de la noche haciendo vibrar todo a su paso, pero esto venía de las alturas. Volvió a sonar.
"Me cago en todo" pensé arrojando furioso la sábana hacia atrás. Me incorporé y me rasqué el culo metiendo la mano dentro del calzoncillo, caminé tambaleándome hasta la ventana. No podía ver nada ya que había bajado la persiana. Volví a oír la extraña sirena y los ladridos de perro, la pared volvió a vibrar, levanté un poco la persiana y miré afuera. No vi nada, miré a derecha e izquierda, nada.
De repente suena otro zumbido y lo veo. Dos extraños objetos pasan volando por encima de la casa de enfrente. Dos jodidos objetos cilíndricos volando por el aire, del tamaño de coches, pasan a toda velocidad y desaparecen. No puedo creerlo, ¿estaré soñando? ¿Estaré pedo? Subo por completo la cortina y abro la ventana, los ruidos aumentan, muchos más ladridos de perro, se empiezan a oír gritos humanos, oigo un ruido de cristales rotos.
Entonces vuelven a pasar delante de mí los objetos a toda velocidad, me caigo de culo debido a la impresión, no puede ser, esto no es real, no es real. No sé cómo reaccionar, estoy ahí, sentado en el suelo en calzoncillos. Los ruidos aumentan a un ritmo vertiginoso, gritos, cosas que se rompen. "Por fin ha pasado, me he vuelto loco. !Eso es! Abusé demasiado de las putas drogas, todo ese LSD hace años, me lo dijeron y no quise creerlo, pero ahí está, he perdido por completo la cabeza, mi cordura se fue por el desagüe, en realidad estoy tumbado en un hospital y todo esto es producto de mi mente enferma"
Los objetos volantes pasan por entre las casas, no los veo porque sigo sentado en el suelo pero sus haces de luz iluminan cada poco la habitación y los zumbidos me rodean, en ese momento se abre la puerta de la habitación, es mi madre, en pijama y con la cara descompuesta.
- ¡¡¡Dios mío, ¿qué está pasando?!!!
- No lo sé.
- ¡¡Nos atacan!!
- No mamá, esto no es real, estoy loco.
- ¡¡Nos atacan!!
Oigo un estruendo tremendo y noto un temblor, me incorporo y miro la ventana frente a mí, el edificio de enfrente se está derrumbando, como en una demolición controlada, simplemente se derrumba, estaba ahí y en un par de segundos ya no está ahí, la enorme nube de humo entra en la habitación, nos rodea, ya no se ve nada, tosemos, noto la mano de mi madre apretándome el brazo, clavándome las uñas, para ser una alucinación el dolor es terriblemente real.
Agarro a mi madre y la saco de la habitación, cierro la puerta tras de mí, intento pensar, reaccionar, mi madre grita.
- ¡¡¡Dios santo, ¿qué hacemos? ¿Qué hacemos?!!!!
- ...........
- ¡¡¡¿Qué vamos a hacer?!!!
- ¡¡¡Calla coño!!!
Mi madre empieza a lloriquear, trato de calmarla, aunque yo tampoco estoy calmado.
- Tranquila, vamos al garaje.
- No, al garaje no.
- Hazme caso, vamos al garaje.
Bajamos corriendo las escaleras entre el humo, yo en calzoncillos y mi madre en pijama, nosotros, la humanidad, abro la puerta del garaje y la meto de un empujón, ella grita histérica.
- ¡¡¡Los animales, los animales!!!
- ¡¡¿Qué?!!
- Coge a los animales.
- ¡¡Mierda!!
Voy al salón y miro alrededor, ha habido suerte, veo al gato escondido debajo del sofá, me acerco a él y me bufa, le agarro de una pata y lo arrastro hacia afuera, lo agarro, él se aferra a mí, clavándome las uñas en la cara y el pecho, el dolor es real, muy real.
- ¡¡Maldito hijo de puta peludo, intento salvarte la vida cabrón!!
Al llegar al garaje me lo arranco de la piel y lo arrojo, corre a esconderse tras la despensa, yo sangro, mi madre grita, las paredes vibran, el suelo tiembla.
- ¡¡¡El perro, el perro!!!
- ¡¡Mierda!!
- ¡¡¡El perro, el perro!!!
- Vale, no te muevas de aquí.
Vuelvo al salón y llamo al perro, no contesta. Salgo a la entrada, el espectáculo es sobrecogedor. Varios objetos voladores pasan rápidamente por el aire sobre los chalets y edificios, la gente corre despavorida gritando histéricamente, hay humo por todas partes, ladridos de perro, alarmas de coche, un vecino pasa corriendo por detrás de la verja de entrada, nuestras miradas se cruzan por un segundo, veo el pánico en su rostro antes de perderse calle abajo entre el humo. Los cilindros zumban a mi alrededor, estoy alucinado, estoy dentro de una jodida película de serie B, no es posible, ¿dónde coño está el ejercito? ¿Por qué nadie nos ha avisado de nada? ¿Y dónde coño se ha metido el puñetero perro?.
Vuelvo dentro de casa, al entrar tropiezo contra un escalón y me jodo el dedo gordo del pie derecho. Voy a la cocina, abro un cajón, ahí está, el cuchillo de cortar el jamón, largo y afilado, lo cojo, también otros dos de cortar embutido, bastante grandes y amenazadores, pienso en Estados Unidos, siempre me quejo de ellos, pero si estuviera ahí tendría una puta recortada.
Vuelvo cojeando al garaje, mi madre está acurrucada en una esquina temblando.
- ¿Dónde está el perro?
- No lo se mamá, seguramente se ha largado.
- ¿Qué vamos a hacer?
- No lo sé, de momento toma esto - la alcanzo uno de los cuchillos del embutido.
- ¿Quiénes son? ¿Los árabes?
- No mamá, no lo creo.
Echo llave a la puerta y me auto encierro en el garaje junto a mi madre y el gato, enciendo la luz y busco algo que ponerme encima, miro entre la ropa sucia. Encuentro un pantalón azul del trabajo y una camiseta blanca con manchas de chorizo, también me pongo unas viejas botas. Fuera siguen los ruidos. Me pregunto qué estará pasando. Oigo un estruendo en la puerta de la calle, alguien ha entrado en casa, mi madre también lo ha oído, nos miramos aterrados.
Alguien golpea la puerta del garaje. No contestamos. De repente por debajo de la puerta empiezan a introducirse unos tentáculos de color verde, deslizándose, palpando el suelo, mi madre y yo estamos petrificados, el único que reacciona es el gato que empieza a bufar y se abalanza contra uno de los tentáculos arañándolo repetidamente, con movimientos rápidos y precisos como de boxeador.
- ¡¡¡No Tizón, fuera, fuera!!! - grito, empujando al gato con el pie.
- ¡¡¡Dios mío, ¿qué es eso?!!! - grita mi madre.
- Schhh, calla, no hagas ruido.
Pero me doy cuenta de que es inútil, ya saben que estamos ahí, el tentáculo se agarra con fuerza y arranca un pequeño trozo de puerta, luego otro, el agujero es de alrededor de un metro, veo tentáculos moviéndose.
Entonces oigo al perro, está tras la puerta gruñendo, se abalanza contra el extraño ser, gruñe e intenta morder los tentáculos.
El gato emite un bufido, se eriza aumentando su tamaño al doble y sale corriendo por el agujero atacando también al enemigo.
Entonces pienso en ello. Esos cabrones peludos que no levantan ni medio metro del suelo tienen unos huevos muchísimo mas grandes que los míos. Miro a mi madre, me acerco y le beso en la mejilla.
- Pase lo que pase no salgas.
- ¡¡¡¿Dónde vas?!!!
- Te quiero.
- ¡¡¡No me dejes sola aquí!!!
Agarro fuertemente con una mano el cuchillo jamonero y con la otra el del embutido, también me armo con un martillo que veo en el suelo, me acerco a la puerta. Abro.
Ahora los veo, tres seres de aproximadamente un metro y medio, dos verdes y uno violeta, de enorme cabeza y varios tentáculos a modo de pies, la mejor forma de describirlos es como una especie de pulpos gigantes. Nos miramos, nadie dice nada, miro fijamente al que tengo mas cerca, tiene los ojos grandes y completamente negros.
Levanto la mano y hundo el cuchillo del jamón en su cabeza, emite un sonido gutural, su cabeza es blanda, lo saco y hundo el cuchillo del embutido, me abalanzo sobre los otros dos, uno retrocede, de un certero mandoble le arranco media cabeza que vuela por el salón y aterriza sobre el sofá, voy a por el otro, emite un chillido agudo según me ve llegar, está asustado, yo no, estoy fuera de mí, estoy loco, soy un psicópata terrestre. Hundo el cuchillo del jamón en su ojo, remuevo, un tentáculo se enrosca alrededor de mi cuello, no me importa, con la otra mano voy cortando la cabeza del ser, hoy cenaremos pulpo.
Sólo ha durado unos segundos, me los he cargado a los tres, miro el estropicio, uno de ellos aún se convulsiona mientras lo muerde el perro.
No ha sido difícil, pienso en ello, no me han atacado con pistolas de rayos ni con sables de luz, ¿y si venían en son de paz? Bueno, que hubiesen enviado una carta, es como cuando ves una cucaracha enorme en tu habitación, quizás sea buena, limpian la suciedad y todo eso, pero cuando la ves de repente el primer instinto es matarla de un pisotón, quizás dentro de unas horas esté siendo juzgado por un senado intergaláctico por matar a unos inocentes embajadores, o quizás es simplemente que estos extraterrestres nos han subestimado.
Enciendo la tele del salón, paso los canales, ninguno emite nada, doy con uno que sí, son imágenes de aficionado, no hay locutor, ni rótulos, sólo el caos en la ciudad, llamas, objetos volantes, gente corriendo.
Abro el garaje, meto al perro dentro para que cuide de mi madre, me pongo un casco de obra que veo por allí y arrastro un mueble para ponerlo delante de la puerta, le digo a mi madre que no se preocupe, que tengo que salir a ver qué pasa, que no tardaré, ella llora.
En la calle se siguen oyendo gritos humanos, me miro al espejo, la verdad es que no tengo el aspecto de un soldado salvador de la humanidad, más bien parezco un peón de albañil psicópata.

Sigo mirándome al espejo, hoy me he librado de la fábrica de embutidos, esbozo una sonrisa, "puede que esto esté bien", y salgo al exterior.
 
 
Carlos Salcedo Odklas

lunes, 3 de enero de 2011

ROMPER LAS BARRERAS por Ekaitz Ortega.


Alcanzar el final de sus meditaciones llevó cuatro semanas en las que se alimentó de pasta y arroz, utilizando agua y vodka -siempre a partes iguales- para empujar la comida. Marcaba el horario de las comidas por los breves intervalos sobrios que pasaba, en los que se veía capacitado para manejar el brasero sin hacer peligrar su vida ni la del edificio. Junto a la mesa de trabajo se acumulaban a un lado montones de hojas desordenas, todas escritas a mano; y al otro decenas de bolas con borradores y restos de escupitajos. Iba al baño una vez al día, normalmente se dormía nada más sentarse. Los días y las noches pasaban tras la persiana, dibujando rayas que recorrían su cara a ritmo cansino y apenas imperceptible para él. Cuatro años llevaba pensando en el proyecto. Tenía treinta y cuatro años y siempre volvía al número cuatro, estaba obsesionado con él. Cuando el opio le demostró las puertas que podían abrirse en la realidad comprendió que haber sido el primero de su promoción en cuatro carreras distintas era la llave que precisaba para ser capaz de desentrañar tanto secreto. De niño soñaba que las mujeres poseían un pequeño rabo que salía de sus ombligos y utilizaban para peinarse unas a otras, desnudas, en silencio. Le perseguía aquella imagen. Comprendía que el mundo no funcionaba como afirmaban, que realmente le ocultaban algo. Normalmente soñaba raro. Pensaba que los demás podían leer sus pensamientos y por eso fracasaba cuando intentaba socializar con los demás. Tras su espalda tenía un radiador al que daba cuerda al sentir el frío. No podía pensar si no iba vestido con camiseta de tirantes y pantalones cortos, su cerebro no funcionaba de otro modo. Había sido previsor: comida de sobra, bebida, papel, lápices y bolígrafos... poco más necesitaba para subsistir. Arrancó el teléfono de la pared al cuarto día, sentía que la ruleta numérica se reía de él. A veces llevaba sombrero de ala ancha. Pintaba círculos con la mano izquierda cuando le dolía la derecha de escribir. A las cuatro de una madrugada de septiembre se dio cuenta de que no era capaz de transformar las teorías en realidad, el mundo exterior carecía de los bordes necesarios. Maldijo por primera vez. Después trasladó su concentración a la posibilidad de entrar en la realidad de las hojas de cuatro esquinas, convertirse en teoría, o en las letras capaces de desenvolver aquellas hipótesis y crear un puente entre realidades: una cuarta dimensión. Lanzó su segunda maldición y empezó a llorar y arañarse la mejilla hasta que lágrimas y sangre se fundieron en la canosa barbilla. Fracasado, eso sería siempre, sus padres tenían razón. Tanto libro para nada. Rey de las teorías inservibles. Si pudiese buscar otra energía distinta al carbón, si los raíles quedasen desfasados por otro medio de transporte más rápido que él inventase, entonces podría ser útil y dejaría de lado aquella vida buscando las aberturas. Pero él y sus teorías estúpidas... en fin. No más realidades ni matemática, no más música silenciosa del pensamiento. Saldría de casa y buscaría cuatro mujeres que lo quisiesen. No pararía hasta encontrarlas. Se vistió con pantalones largos, que se puso sobre los cortos, y una camisa color corcho y salió a la calle. Fue pisar el primer escalón y caer rodando durante los sesenta y cuatro empinados escalones siguientes. Cuando su malherido cuerpo descansaba sobre el barro un caballo pasó sobre él, destrozándole huesos y órganos, después el carro que arrastraba cargado con un cargamento de muelles, cuatro mujeres que jugaban con una cometa y, finalmente, un tanque de catorce toneladas teledirigido por un niño resfriado. Así murió el hombre más lúcido del planeta.


Ekaitz Ortega
 
Ilustración by Charles Burns

jueves, 30 de diciembre de 2010

HAPPY TRIPPERS by Damego.


Han sido muchos los que me han acusado de escribir con las tripas, orgánicamente acometido, como si el cerebro no fuera una tripa más, quizá un poco sobrevalorada, pero sólo en estos tiempos, porque hasta donde yo me acuerdo escribir con el corazón no estaba mal visto, aunque si le ponías un poco de cabeza mejor, o sea que nunca nos hemos conformado con escribir sin víscera alguna y mejor si le sumamos otras.

Pues bien, a los que escribimos con las vísceras, siempre se nos ha tachado de infames escribidores medio descerebrados, un poco intuitivos pero nada premiables y por tanto nada considerables de espacio crediticio para la crítica literaria, si es que merece la pena nombrarla.

No quiero dar nombres, porque eso sería una vileza que considero impropia de cualquier colega con necesidad de escribir, de manifestarse mediante la palabra escrita, o de ofrecerla a otros, mediante la actuación visceral de cualquier órgano bien interiorizado.

Recuerdo cuando envié mis primeros poemas a revistas supuestamente independientes, más tarde aprendería a identificarlas.

Recuerdo también cuando leí por primera vez un poema mío publicado. Y después algún cuento.

De los editores en papel, que más tarde acabarían atrapados en una búsqueda apremiante por subir a la red, a internet, enloquecidos por encontrar y dar continuidad a espacios literarios independientes de la vorágine academicista y conservadora de mi época, algunos se vendieron en ese camino por sobrevivir, esos son los nombres que no voy a citar.

Yo sólo fui uno más y sé de lo que hablo, aunque a menor escala y sin la manifiesta claridad del editor que os comento hoy, un escritor con una visión profética. Pero, por otro lado, volviendo a mi caso, con el conocimiento suficiente para interpretarlos y en este caso concreto para valorarlo en el nivel que se merece: un luchador, no sólo un superviviente de la criba cibernética.

Y recuerdo a Vicente Muñoz Alvarez, porque a éste sí lo quiero nombrar, en medio de un espacio común, aún por definir y sin saber muy bien, supongo que ninguno de los dos, si yo encajaba en el mismo. Publiqué algunas cosas gracias a él. Acabo de enterarme que encajaba a la perfección, al menos con alguno de mis textos, en su obra editorial.

Lo recuerdo invitándome a sus fiestas de presentación de una nueva revista, en León, con promesas de fiesta y de buen rollo, en la capital del castellano, y yo con otras cosas que hacer, como por ejemplo sostener una familia que ya no existe, al menos bajo los antiguos cimientos. Vaya mierda, nunca me lo debí perder.

Vinalia Trippers fue para mí un paso hacia delante, porque me ofreció otra dimensión literaria, una manera de confirmar la literatura con las tripas, de manera intuitiva e inteligente a la vez, con una perspectiva lingüística más sucia, pero a la vez más acorde con este tiempo que nos ha tocado vivir.

No olvidemos que el lenguaje escrito, por su contenido de reflexión y objetividad conceptual, debería buscar siempre la mera representación de la realidad.

Gracias, Vicente, por seguir ahí, feliz año para ti y para todos los tripperos...

Damego, del blog Los silencios del lobo.


martes, 21 de diciembre de 2010

y mais fotos de la fiesta...


Se me fueron pasando los días sin subir estas fotos, yo también le saqué una foto a Xen con esas luces, parece ser que el Bufa cada vez que veía una cámara de fotos se ponía para que los paparazzis lo inmortalizaran, seguro que dice que no.

La de la sonrisa es la ilustradora Virginia Jiménez(musa inspiradora) la otra que mira hacia el infinito es la Srta. Julia D. Velázquez(autora del diseño del cartel y varias ilustraciones del Vinalia)

Vinalia segúnda época cr3w.
Un gusto la noche en el CCAN, la Cia., la barra, la noche en León...valió la pena el viaje.
Afilando los dientes para lo que se viene...
Aupa Vinalia
Hvaldez.

lunes, 20 de diciembre de 2010

BATALLA EN ISON by David Suárez (Suarón).


El primer escuadrón de transbordadores estelares de asalto llegó a la órbita de Ison atravesando el puente cósmico de Einstein-Rosen. La conquista del planeta entraba así en su fase definitiva. En unas pocas horas, cuando la flota estuviera al completo, exterminarían a los primitivos homínidos de Ison y se apropiarían de todos sus recursos naturales.

El comandante Tauros estaba exultante. Muy pronto entraría en combate. La adrenalina le recorría el cuerpo provocándole una enorme satisfacción. Para celebrarlo descorchó una botella de turboanabolizantes, brindando con los capitanes, y se tragó un pastilla de supraplacer sexual y otra de macroéxtasis. El azul de Ison que podía contemplar desde el panel de mando del transbordador estelar era semejante al de su planeta, la Tierra. Entre gemidos y convulsiones provocados por las drogas inocuas, Tauros se trasladó mentalmente a la fecha histórica de 3523, año en el que su especie, los Tores, fueron concebidos.

Las potencias mundiales los crearon utilizando una mezcla de ingeniería genética y robótica. Eran soldados perfectos para la guerra, ejércitos invencibles de superhombres y supermujeres.

A través de su implante mnemónico recordó también la fecha en que lograron la dominación total de la Tierra imponiendo la ley marcial. Todos los Sapiens supervivientes tuvieron que huir del planeta alojándose en estaciones espaciales itinerantes.

Hoy también es un día histórico -pensó. Sus nombres quedarían grabados con bytes de oro en los implantes cerebrales.

De repente una señal de alarma le despertó de sus pensamientos.

-Mi comandante, hemos detectado varias naves no identificadas que se dirigen hacia nuestra posición.

-No puede ser. Eso es imposible. ¿Está seguro? -respondió sorprendido mientras se tomaba una pastilla neutralizadora de las drogas.

-Completamente. Contactarán con nosotros en quince segundos.

Las naves pertenecían a los Shorkres, una especie insectaria evolucionada que habitaba las regiones externas de la Vía Láctea. Habían detectado las señales de alarma que años atrás les enviaron los Sapiens. Y decidieron acudir al encuentro. Ellos eran una especie altruista. No utilizaban las armas sino el control mental.

Casi sin tiempo para la reacción, lanzaron toda su energía mental sobre la flota de los Tores. Éstos, acto seguido, empezaron a comportarse como monos. Lanzaban gritos, gesticulaban como chimpancés, se subían a los altillos, fornicaban entre sí compulsivamente y cagaban por los pasillos. Habían sido reducidos mentalmente.

No subestimaban a los torianos. La confrontación con genéticas orientadas a la batalla resultaba muy complicada para una especie altruista como los Shorkres.

Y así comenzó una nueva guerra galáctica. Una guerra que tiene lugar periódicamente en el Universo cada varios millones de años. Cuando las especies depredadores evolucionadas luchan contra las altruistas.

Forma parte de la naturaleza del Universo. Desde el Big-Bang. Es la eterna lucha entre el bien y el mal.


David Suárez, “Suarón”.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

lunes, 13 de diciembre de 2010

MARTIAN FEST IN LEÓN





 ¿Qué decir de la present de Plan 9 en el CCAN el sábado?

¿Cómo describir la beatitud de estas noches mágicas y reproducir sus entrañables latidos?

La buhardilla llena hasta la bandera (republicana, of course), la estufa de leña encendida, la introducción incendiaria del Bufa, las lecturas de David González, Choche, Julio César Álvarez, Rémora, Silvia D. Chica y Vicente Muñoz homenajeando a Raúl Núñez, los aplausos y firmas de libros, las hipnóticas luces estroboscópicas que se marcó el drugo Alex y el pedazo de concierto de Los Caracoles, con el compi Andrés al micro, que nos dejó a todos temblando de puro entusiasmo y ritmo.

Uno de los mejores conciertos en el CCAN que recordamos y una de las fiestas más redondas de la historia Trippers, llena de versos calientes, sonrisas y amigos.

Para todos
los que viajasteis
al Ciberespacio
con Vinalia
el sábado
nuestro agradecimiento
& nuestros mejores latidos.


Photos by Felipe Zapico

sábado, 11 de diciembre de 2010

ATERRIZAJE EN LEÓN


Los Caracoles pone el rock al nuevo Vinalia Trippers

C.D.R. / La Crónica de León

El CCAN vuelve a acoger la presentación del nuevo número del fanzine literario Vinalia Trippers, acto que contará con la actuación del grupo Los Caracoles, que ofrecerá una sesión de rock, funk, soul... Vinalia presentará su décimo número que, con el título de ‘Plan 9 del espacio exterior’ (sí, como la película de Ed Wood) presenta 33 relatos sobre marcianos y similares, con portada y dibujos de Martín, una fotonovela original de Valdez y un suplemento de poemas dedicado, a modo de sentido homenaje, al malogrado escritor argentino Raúl Núñez, con textos inéditos de otros 12 poetas contemporáneos. Y habrá muchas otras sorpresas; a partir de las 20:30 horas.

http://www.la-cronica.net/2010/12/11/vivir/los-caracoles-pone-el-rock-al-nuevo-vinalia-trippers-107576.htm

ATERRIZAJE EN LEÓN


Los tripulantes de la nave Vinalia presentan Plan 9 del Espacio Exterior

Vicente Muñoz reúne mañana en el CCAN a los escritores e ilustradores del fanzine

10/12/2010 Cristina Fanjul.
Diario de León

El fanzine de Vinalia Trippers Plan 9 del Espacio Exterior desembarca mañana, a las 20.30 en el CCAN leonés, de la mano de uno de sus cosmonautas, Vicente Muñoz Álvarez. La nueva entrega, el número 10, rinde tributo a la literatura pulp y de ciencia ficción con un monográfico de relatos sobre marcianos y abducciones alienígenas, en un número especial que reúne textos e ilustraciones inéditas de casi un centenar de autores de todo el territorio español.

El fanzine, sin periodicidad definida, regresa a la librerías con este número 10 tras la antología Tripulantes: Nuevas aventuras de Vinalia Trippers, coordinada por los escritores Vicente Muñoz y David González y publicada por la Editorial Eclipsados en 2007. Además de 33 relatos ilustrados, Plan 9 del Espacio Exterior incluye en sus páginas centrales una fotonovela original de H. Valdez y un suplemento de poemas dedicado, a modo de sentido homenaje, al malogrado escritor argentino Raúl Núñez, con textos inéditos de otros 12 poetas contemporáneos.

La portada, desplegable y a todo color, es original del dibujante leonés Miguel Ángel Martín, uno de los más emblemáticos ilustradores de Europa y portadista habitual del fanzine. El equipo original de Vinalia Trippers (Silvia D. Chica, Alfonso Xen Rabanal y Vicente Muñoz) con la incorporación de H. Valdez al diseño, vuelven a reunir, después de casi tres lustros de la fundación del fanzine, a un nutrido elenco de autores españoles más y menos conocidos, rindiendo tributo a la literatura de kiosco y ciencia ficción y apostando una vez más por la edición y distribución de caracter independiente. La presentación contará con el concierto del grupo leonés Los Caracoles, que practican un sonido con influencias del funk, el sould y el rock clásico.

El proyecto Vinalia Trippers surgió en 1995 con el objetivo de dar cabida a cierto tipo de textos, cuentos breves en su mayoría, que por sus características temáticas o formales (políticamente incorrectas) no solían encontrar hueco en otro tipo de revistas y suplementos literarios. Fue así como surgió la idea de editar esos relatos acompañados de una ilustración que le diera forma y vida, incluyendo al tiempo, y de manera ocasional, algún cómic. Durante aproximadamente seis años se editaron nueve números del fanzine y otros tantos del suplemento Poemash y cinco libros de bolsillo. Además, se realizaron varios encuentros de editores independientes. Sin embargo, la llegada de internet puso de algún modo el estoque a Vinalia Trippers hasta que en el 2006 se resucitó el proyecto, al que se dió el nombre de Tripulantes.

El proyecto reunía muchas de las mejores plumas alternativas españolas, descubriendo asimismo al lector algunas voces hasta el momento inéditas. Nacho Abad, Hernán Migoya, Manuel Moya, Antonio Redondo Andújar, Inés Toledo, Norberto Luis Romero o Eladio Orta se subieron al barco.

Ahora, tres años y varios proyectos y libros después, Vicente Muñoz vuelve a reunir a la tripulación de esta aventura independiente en la que escriben nombres como Patxi Irurzun, Nacho Abad, Jorge Barco o Joaquín Piqueras. Además, del lado de los ilustradores están Mik Baro, Toño Benavides, Juanjo Ramírez y Adriana Bañares.

viernes, 10 de diciembre de 2010

VINALIA PLAN 9: Mañana en León.


PRESENTACIÓN DE UN NUEVO FANZINE

Homenaje a la literatura pulp y la ciencia ficción

Vinalia Trippers presenta en el CCAN su número 10, ‘Plan nueve del espacio exterior’

F. Fernández / León

La nueva entrega del fanzine Vinalia Trippers, Plan 9 del Espacio Exterior, el número 10, rinde tributo a la literatura pulp y de ciencia ficción con un monográfico de relatos sobre marcianos y abducciones alienígenas, en un número especial que reúne textos e ilustraciones inéditas de casi un centenar de autores de todo el territorio español.

La presentación será mañana sábado, en el CCAN, a las 20:30 horas, en un acto que contará con la presencia de los editores y varios autores e ilustradores del libro, y el concierto del grupo leonés Los Caracoles. Además de 33 relatos ilustrados, incluye en sus páginas centrales una fotonovela original de H. Valdez y un suplemento de poemas dedicado, a modo de sentido homenaje, al malogrado escritor argentino Raúl Núñez.

  La Crónica de León, 10-12-2010.